Primero visitamos el museo donde Felipe, un bombero muy paciente, nos explicó que el cuerpo de bomberos existe desde tiempos de Felipe II. Al principio se les llamaba matafuegos, después mangueros y finalmente bomberos.
Nos enseñó los distintos vehículos, herramientas y máquinas que se han ido utilizando desde el siglo XIX.
Después subimos al cuartel y Jorge, otro bombero, nos lo estuvo enseñando.
Nos dejo subir a los camiones.
En el gimnasio algunos intentaron subir la cuerda, pero sólo uno lo consiguió.
En el rocódromo varios mostraron sus habilidades de gato, que por eso vivimos en Madrid.
Finalmente, ya muy cansados, subimos al parque del Cerro Tío Pío, desde donde se observan unas vistas impresionantes de Madrid.
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